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Destino Springsteen. Capítulo 4 y final

Por fin llegó la hora y pudimos escuchar los primeros sonidos a través de la batería de Max.

El concierto había empezado.

No es fácil explicar lo que sentí en el concierto, aunque los que me conocen pueden hacerse una idea. En todo momento, debo decir, que me sentí cautivado por la energía de Bruce y el despliegue de rock que puso en escena.

No quisiera olvidar tampoco de mencionar los manguerazos y vasos de agua que pasaban y que hacían posible seguir vivo en ese infierno de calor que era el concierto. Todo sudor, sudor y sudor... poco importaba.

Resumiendo, una situación increíble, tanto que estuve a dos dedos de tocarle, aunque realmente no fuera este mi objetivo. Un repertorio muy bueno. Un público increíble. Un escenario, el Camp Nou, impresionante, y aunque no estoy a favor de los estadios para los conciertos, resulta curioso ver que alguien lo ha llenado dos días seguidos. Y por último, la mejor banda de rock de todos los tiempos.

Evidentemente el concierto no fue perfecto, y aunque mi entusiasmo puede hacer que así parezca, hubo fallos. La organización,no ha sido la mejor, desde luego. El repertorio, aunque muy movido y mucho mejor que el de Madrid del Palacio de los deportes, podría ser mejorable. Y el sonido pésimo.

En lo primero no me voy a detener. Tampoco en lo referido al sonido, que resulta inexplicable que, según se comenta, no haya sido decente en ninguno de los dos conciertos. No entiendo la existencia pues de ingenieros de sonidos, se supone que les pagan para algo, y tuvieron tiempo a lo largo de la estancia de Bruce en España para hacer lo posible por mejorarlo.

Bueno, y el repertorio. Vamos a ver, es cierto que no ha sido el mejor repertorio del mundo. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en todos y cada uno de los temas que tocó y el modo en que los llevó a cabo. En el tema del repertorio he oído comentarios sobre lo que se esperaba de este concierto. Creo, sinceramente, que es un error por la gente idealizar su concierto. Evidentemente, todos tenemos la esperanza de que toque nuestros temas favoritos. Pero no debemos confundirnos, somos muchos, demasiados para tocarlos todos. Y no se puede hacer un concierto, y creo que Bruce siempre ha sido coherente en eso, pensando en tocar unos temas para quedar mejor o peor. Sinceramente, creo que toca lo que le apetece, con la licencia de aceptar en esta gira las sugerencias del público a través de los cartones.

Precisamente siguiendo esta idea debo criticar un artículo leído en point blank, donde las críticas fundamentales versaban sobre el repertorio y la diferenciación de "clases" entre los fans. En lo relativo al repertorio, el autor parece ser un niño mimado al que no le han dado el caramelo y por lo tanto arremete contra Bruce. Y a través de esto llega a la diferenciación de clases. Los fans antiguos, guachis, y los nuevos que prefieren los temas más comerciales de Bruce, esos que no hacen llorar de emoción. Y lo peor, creo yo, es estar seguro de encontrarse en un grupo. Creo que se ha creado un misticismo sobre algunos temas de Bruce, que antes no eran míticos de ninguna manera, y que se volvieron indispensables con el tiempo, gracias en gran parte a los nuevos fans. Por lo tanto, esa diferenciación se cae. Lo único que la sostiene es la edad. Pero el otro argumento no vale, y precisamente las pancartas me dan la razón, quizás el autor no se ha detenido a mirar quien las sostenía. En todo caso, yo estallaría de emoción ante cualquier canción que hubiese tocado Bruce, por lo que no se puede justificar, por celebrar que se toque una canción, (que por cierto no es precisamente la que ha dado los ceros en la cuenta, pero bueno, hablar es gratis, y por eso hablo yo también) el que la gente no tiene ni idea o que es de un tipo o de otro. Por lo menos yo, allí, en las primeras filas, las celebraba todas.

Pero paro que uno empieza y no acaba. Ante todo, y aunque en algunas cosas al autor del artículo dice algunas cosas que comparto, todos esperamos ciertas canciones en un concierto que se consideraba especial, debo decir que se equivoca gravemente en lo demás, y por muy bien que ejecute la crítica, literariamente hablando.

Pues eso, después del concierto, compramos tres camisetas por el precio de dos y nos fuimos al hotel, para descansar después de todo un día de ejercicio.

Concluyo así el especial del concierto. Aquí es cierto que dejo un poco apartada mi visión del concierto para hablar sobre el comentario mencionado, pero no tenía otra opción. De todas forma, estoy seguro, de que todas las críticas negativas, están elaboradas escondiendo en realidad una admiración tremenda por todo lo que Bruce ha ofrecido en Barcelona. Desde luego, las peores críticas del concierto, son desde el entorno fanático de Bruce.

Ahora toca esperar. Pero estoy seguro de que Bruce tiene más sorpresas.

 

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