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El hombre y los animales

 


 

El otro día mi hermana me informó de un vídeo que circula por la red. Se trataba de un vídeo que está en la página web de PETA (personas por la ética en el trato de los animales). Es realmente fuerte y aconsejo que los sensibles no lo vean. Yo me obligué a verlo, después de las advertencias, porque necesitaba saber de primera mano lo cruel que se puede llegar a ser. 

La crueldad del hombre con los animales para beneficiarse de sus propiedades no es nada nuevo. Ha pasado a lo largo de la humanidad con mayor o menor frecuencia. La caza de focas en Canadá, la del tigre para usos medicinales, la caza del oso para el entretenimiento, la de búfalos para su piel, elefantes por sus colmillos, las vacas por su carne. 

Yo no soy vegetariano, y defiendo lo que para mi es natural, que el ser humano es omnívoro. Ahora bien, dónde está el límite. ¿Se puede llevar una vida sana sin carne? ¿Podemos vivir sin pieles naturales? Hoy en día parece absurdo tener que matar a un animal para lograr abrigo, o para obtener una serie de lujos. Pero incluso no es lo mismo cuando lo hacen los pueblos indígenas (no sé si decirlo así es realmente acertado) o cuando lo hacen furtivos que viven de lucrarse matando animales. En varios documentales he visto como pueblos cazan animales, y con ello mantienen a las familias, aprovechando todo. Incluso me atrevería a decir que forman parte del equilibrio. No es lo mismo tampoco, creo yo, cuando se hace con la mayor "dignidad posible" y cuando se hace sin importar el sufrimiento del animal. 

Sí soy  por lo contrario una persona sensibilizada con el medio ambiente y no puedo creer que todavía se hagan estas cosas. Repito, me obligué a verlo, y acerté al hacerlo, pues la explicación no es suficiente. Tengo entendido que Antonio Buero Vallejo fue pintor antes que escritor. Si recuerdo bien, dejó la pintura porque con ella ya no podía expresar lo que sí podía con las palabras. En este caso, debo decir que se cumple lo de una imagen vale más que mil palabras. En concreto, dos escenas quedarán en mi memoria para siempre. En la primera, el ver un mapache el resultado de su masacre, al ver su cuerpo, justo antes de caer muerto. El otro, al ver cerrar los ojos a un cánido al no poder soportar más el peso de una persona.

ATENCIÓN: el contenido es muy fuerte. Y es una decisión personal el verlo, pero antes de dar el paso, pensar que puede llegar a ser muy desagradable. 

Vídeo 

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