Comentario del texto Deslumbrados Atrapados Construídos
La gran cantidad de imágenes que podemos ver nos ha vuelto en cierta manera ciegos, muchas imágenes nos muestran intereses ocultos que nos manipulan sin que nos demos cuenta.
Las imágenes que estamos transmitiendo a los niños también condicionan su forma de ser, hasta el punto que preferirían ser un personaje famoso de la tele antes que un personaje que trabaje para el bien de las personas. Estamos en una sociedad de la apariencia, apariencia que está mal enfocada parece.
Detrás de las imágenes hay todo un mundo, lo que importa es consumir y quienes trabajan con ellas hacen un esfuerzo más o menos importante por manipular a los observadores, sólo sabemos lo que quieren que sepamos.
La utilización de la imagen no es nada nuevo, siempre se ha jugado con ella y las necesidades básicas de las personas, de modo que en el desarrollo evolutivo de las personas se regula en parte con esas necesidades. Esas necesidades llegan a confundir los intereses y deseos. No es por tanto increíble que consumamos no por el producto en sí mismo, sino por el mito que le acompaña.
Pero no se trata de convertir la imagen en algo negativo, porque la imagen en sí misma no lo es, como pasa con todo, la imagen es negativa cuando se usa mal. Además forman parte de la vida, y trabajando con ellas en la escuela podemos formar para que los alumnos no sean manipulados. Si las imágenes tienen poder en el mundo, entonces es necesario tratar con ellas en la escuela, no podemos dejar la escuela al margen del mundo. Debemos trabajar con las imágenes , aprovechar su potencial y valor formativo e implicador.
Las imágenes que estamos transmitiendo a los niños también condicionan su forma de ser, hasta el punto que preferirían ser un personaje famoso de la tele antes que un personaje que trabaje para el bien de las personas. Estamos en una sociedad de la apariencia, apariencia que está mal enfocada parece.
Detrás de las imágenes hay todo un mundo, lo que importa es consumir y quienes trabajan con ellas hacen un esfuerzo más o menos importante por manipular a los observadores, sólo sabemos lo que quieren que sepamos.
La utilización de la imagen no es nada nuevo, siempre se ha jugado con ella y las necesidades básicas de las personas, de modo que en el desarrollo evolutivo de las personas se regula en parte con esas necesidades. Esas necesidades llegan a confundir los intereses y deseos. No es por tanto increíble que consumamos no por el producto en sí mismo, sino por el mito que le acompaña.
Pero no se trata de convertir la imagen en algo negativo, porque la imagen en sí misma no lo es, como pasa con todo, la imagen es negativa cuando se usa mal. Además forman parte de la vida, y trabajando con ellas en la escuela podemos formar para que los alumnos no sean manipulados. Si las imágenes tienen poder en el mundo, entonces es necesario tratar con ellas en la escuela, no podemos dejar la escuela al margen del mundo. Debemos trabajar con las imágenes , aprovechar su potencial y valor formativo e implicador.
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